VOLVIÓ LA CALMA. LO ÚLTIMO QUE HIZO ÉL ANTES DE DAR MEDIA VUELTA Y ALEJARSE, SIN CORRER, CAMINANDO DESPACIO COMO ÚLTIMO DESAFÍO, FUE ESCUPIR, OSTENTOSAMENTE, MUY CERCA DE LA CARA DEL CAÍDO. PERO NO LO HIZO POR DESPRECIO. FUE SÓLO UN GESTO INSTINTIVO. COMO SI TUVIERA LA BOCA LLENA DE MIERDA.

En espera de los Ángeles

Y cuando todos en contra tuya, te atacaban para destrozarte.
Tú estabas solo; sin nada,
sin nadie...
Los ángeles parecían no haber escuchado tu llamado;
tu desesperado grito de ayuda junto a tu primer lamento, tirado bajo esa flor.
Y veías las pisadas de Él a tu lado,
mientras su hermano y enemigo iba delante tuyo riéndose de ti a carcajadas.
Veías tu vida pasar ante tus ojos,
y tus llantos perderse en la risa de el Malvado.
Los ángeles
desatentos cantaban las canción de los inmortales,
pero tú no los podías acompañar en su canto
y ellos no te permitían bailar.
Las risas
terminaron,
no hubo más huellas a tu lado,
Pero el recuerdo quedó para siempre en tu memoria,
impregnado como el olor de la flor a tu pelo.
"Aquel día en que la flor se marchitó en espera de la ayuda de los ángeles".

2 comentarios:

Amarilis Tavarez Vales dijo...

"Los ángeles desatentos cantaban las canción de los inmortales". Poderosa imagen. Es intereante tu espacio y me seducen tus escritos, te visitare mas adelante para recorrerlo todo. Gracias por tu visita a mi blogg y tu comentario. Espero podamos visitarnos a menudo.
A.

Isidora Cousiño V. dijo...

"...mientras su hermano y enemigo iba delante tuyo riéndose de ti a carcajadas."

Escalofríoa, realmente exquisito. Me fascina que pongas en negrita algunas palabras, yo hago lo mismo. Le da esa intensidad del escritor que frente al lector puede pasar desapercibida.

Cariños