VOLVIÓ LA CALMA. LO ÚLTIMO QUE HIZO ÉL ANTES DE DAR MEDIA VUELTA Y ALEJARSE, SIN CORRER, CAMINANDO DESPACIO COMO ÚLTIMO DESAFÍO, FUE ESCUPIR, OSTENTOSAMENTE, MUY CERCA DE LA CARA DEL CAÍDO. PERO NO LO HIZO POR DESPRECIO. FUE SÓLO UN GESTO INSTINTIVO. COMO SI TUVIERA LA BOCA LLENA DE MIERDA.

Ayer escribí algo en mi cabeza

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Al Desamor

El hundimiento de un puñal en el estomago
Y el seguir adelante muriendo adolorido.
Aunque no lo ayas querido,
Siempre ocultando algo.

La falsedad escondida en tus ojos
Camuflando la verdad de la mentira.
Y cargabas a cuestas la ira,
Mientras la cuerda era cortada por los deseos de esa voz.

Y ahí caía la fuerte inevitable del amor,
Escondido en una trampa que lo deshacía,
El desamor eso hacía.
Te consumía y te llevaba al dolor.

Marchitaba la esperanza de la verdadera felicidad.
Y aun así seguías cargando a cuestas la mentira del menor
Solo porque algún día el desamor podría chocar con el amor,
y quizás salir vencedor.

En el todo de la inocencia,
El escondite perfecto.

Detención

Cuando me dieron la noticia del terrible suceso;
Supuse que ya era tarde,
Para llegar temprano a la
Trágica
inminente conjunción.

Su pelo de serpientes se erizó
Como reacción al desgraciado
Destierro vivido.

Las seis bestias infernales se mancharon
Con sangre,
Sólo la sangre puede expiar el pecado.

Sus interminables tristes suspiros
No pasaron desapercibidos.

La rata maloliente mordió
El anhelable y amargo dulce
De la salvación;

te fuiste
Sin entender que había sucedido,

Y ellas ganaron
La detención eterna
En este Círculo del Infierno.

En espera de los Ángeles

Y cuando todos en contra tuya, te atacaban para destrozarte.
Tú estabas solo; sin nada,
sin nadie...
Los ángeles parecían no haber escuchado tu llamado;
tu desesperado grito de ayuda junto a tu primer lamento, tirado bajo esa flor.
Y veías las pisadas de Él a tu lado,
mientras su hermano y enemigo iba delante tuyo riéndose de ti a carcajadas.
Veías tu vida pasar ante tus ojos,
y tus llantos perderse en la risa de el Malvado.
Los ángeles
desatentos cantaban las canción de los inmortales,
pero tú no los podías acompañar en su canto
y ellos no te permitían bailar.
Las risas
terminaron,
no hubo más huellas a tu lado,
Pero el recuerdo quedó para siempre en tu memoria,
impregnado como el olor de la flor a tu pelo.
"Aquel día en que la flor se marchitó en espera de la ayuda de los ángeles".

Sabio

Porque queriendo y sabiendo todo, no puedo.
Porque cada error por microscópico que sea, es un paso atrás.

¿Crees que todo seria tan maravilloso si supieras que pasará después?

Porque si te amo, no quiero hacerlo.
Porque te amo, si no quiero hacerlo.

¿Es que acaso no me conozco?
¿Es que acaso no he aprendido a conocerme?

Porque si no soy capaz de perdonarme por lo que te hice, no hago nada para hacerlo.
Porque si no soy capaz de perdonarte por lo que me hiciste, si hago algo en cambio.

¿Es que acaso no te conozco?
¿Es que acaso no he aprendido a conocerte?

Porque cada vez que suena la campana de las 12, no ha terminado la canción.
Nada es peor que este sufrimiento, que esta agonía eterna, que es incluso peor que el mismo infierno.

¿Crees que todo seria tan penoso si supieras lo que hay detrás?

Como temerle a algo que es mejor que cualquier cosa que hayas vivido.
Como temerle a lo desconocido.

A veces pienso que el mundo sería mejor si hubieran más suicidas que asesinos.

¿Es que acaso no nos conoces?
¿Es que acaso no nos has aprendido a conocer?