VOLVIÓ LA CALMA. LO ÚLTIMO QUE HIZO ÉL ANTES DE DAR MEDIA VUELTA Y ALEJARSE, SIN CORRER, CAMINANDO DESPACIO COMO ÚLTIMO DESAFÍO, FUE ESCUPIR, OSTENTOSAMENTE, MUY CERCA DE LA CARA DEL CAÍDO. PERO NO LO HIZO POR DESPRECIO. FUE SÓLO UN GESTO INSTINTIVO. COMO SI TUVIERA LA BOCA LLENA DE MIERDA.

ENTIENDE

Es demasiado difícil aceptar que eso es lo mejor para mí cuando me lo estás diciendo tú y no yo misma.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Nuestro arjé es nuestra mirada, que no es solo un atraviesamiento de pupilas sino, un tesoro de sentimientos..

Beatrice dijo...

Es demasiado difícil aceptar que eso es lo mejor para mí cuando me lo estoy diciendo yo y no tú.
Na hay por donde.
D.