Amélie
No saber qué estas pensando, sino cómo.
Dormir cuando lo necesito,
No escribir sólo cuando no quiero,
Leer cuando no tengo tiempo,
Callar cuando es hora de decir algo,
Llamarte cuando estés con Ella.
Y no siempre hago lo que tengo que hacer con la persona que tengo que hacerlo.
Besarte como Amélie en los últimos 10 minutos de su película,
Que creo nos hemos apropiado.
Vivir sin pensar, sin sentir, sin sentido.
Quiero escucharte decir "cariño",
Pero que una vez más me estés llamando a mí,
Como antes.
Esto ha perdido el alma que quizás nunca tuvo.
CD (Nunca Seremos Estrellas del Rock)
Se puede saber como es una persona por la forma en que ama los discos.
¿Has visto a alguien de los 60 o los 70 coger un disco? Fíjate cómo lo hacen, con qué mimo ponen los dedos en los bordes, con qué ceremonial lo sacan de la funda –por lo general en bastante buen estado-, de qué forma lo sujetan para no meter la yemas asquerosamente sudadas en las estrías, cómo les dan la vuelta. Dios..., ni siquiera se puede ser más suave y tierno con una persona del sexo contrario. ¡Querían –y quieren- a sus discos, los muy cabrones! Ahí estaban –y están- sus emociones, sus rollos, su COSA. ¿Qué queréis que os diga? Yo les envidio. Nosotros somos la generación del compact y si os paráis a pensar un momento... eso significa algo. ¿Somos los indestructibles o tal vez los de usar y tirar? A un compact, -un CD-, puedes ponerle la mano encima, pisarlo, dejarlo fuera de la funda aunque se llene de polvo, vomitarle encima. Y ni siquiera es porque sea duro.
Sólo porque es una pequeña mierda que resiste.
Nosotros somos compacts, ésta es la relación.
La puta generación del CD.
Desde que lo comprendí, entiendo mejor dónde estoy, qué hago, hacia dónde voy, suponiendo que por el simple hecho de poner cada día un pie delante del otro vaya a alguna parte, como ahora.
Tienes lo que tienes y te vale.
En ese momento, con ella, tenía justo lo necesario, no me hacía falta nada más. Bueno, sí, tal vez una nueva cabeza. Mi cabeza aún creo que es un vinilo, y tiene profundas estrías. En cambio mi corazón es un compact.
Cuidado con el laser-disc.
Utópico
Me gustaría saber tu lengua y decirte algo al oído.
Algún día me quitaré la mascara, para que puedas ver mi verdadero rostro.
Me encantaría saber que piensas, para poder llevarte la contraria.
Te leeré un cuento, pero le cambiaré el final.
Espero que nos demos la espalda más seguido.
Quisiera oír lo que tú quieres para poder marcharnos YA !
Algo, sólo eso
Las cortinas se movían al compás de la melodía;
Esa que solo existía en tu cabeza.
Se detuvieron apenas se dieron cuenta de que te habías percatado de ellas.
Quizás temían que no las escucharas,
Pero yo creo que tú temías que ellas te escucharan.
Más de veinte pisos arriba,
Una mirada panorámica, de la ciudad de la locura,
Y de la mierda.
Un hospital que abre sus puertas a quien él necesite,
Y no al que lo necesite.
Una casa en que quizás nunca se había respirado,
Para no dañar la pintura.
Un auto nunca usado, por miedo a gastar las pastillas de frenos,
Y un sinfín de porquerías que no eran más que eso,
Porquerías.
La ciudad enfermiza,
Enferma a todos.
Pero solo algunos se dan cuenta.
Hay que escapar antes de terminar quién sabe cómo...
No parado, porque te podrías cansar, o quizás tropezar.
No sentado, porque te podría doler o incomodar.
No acostado, porque luego no te podrías ni mover.
No riendo, porque la ironía se confunde con la felicidad.
No serio, porque sería de mala educación.
No triste, porque otros te podrían ver y quizás qué pensar.
La lejanía del pasado no es nada,
Es como si estuviera sucediendo ahora mismo.
Planea el pasado, para un futuro renacer.
Olvida lo que haya que recordar y
Recuerda lo que deberías olvidar.
Sólo eso.
Confía en ti, pero no demasiado.
Recuerda que el que aguanta, dura.
Tienes que elegir una vida buena y sin preocupaciones,
Tienes que elegir cualquier cosa,
Pero algo.
Tienes que planear tu fuga antes de que sea demasiado tarde,
Antes de que ella se encargue de ti.